En AGRADO COSMETIC puedes adquirir los productos que necesitas para la protección solar en función de tu perfil cutáneo y tus preferencias concretas. Todos ellos están testados y se fabrican siguiendo procesos de alta calidad que aseguran un efecto protector altamente eficaz en la piel. Además, son 100% inocuos y contamos con una variada gama de cremas, lociones, sprays y after sun para que, sea cual sea tu necesidad, puedas resolverla con AGRADO.
Con más de 50 años de experiencia en el sector, nuestra empresa cosmética altamente especializada fabrica y distribuye productos que se utilizan diariamente en más de 70 países a nivel mundial. Si buscas un proveedor de confianza de cremas solares y otros productos para la protección de la piel frente a la radiación solar, somos la empresa que estás buscando. Consigue los suministros y el stock que necesitas para tu tienda o canal de distribución. Contáctanos y te asesoramos.
En AGRADO COSMETIC somos especialistas en el desarrollo, fabricación y distribución de productos de protección solar de alta calidad. Formulamos, elaboramos y producimos protectores y bloqueadores solares en diversos formatos, desde cremas y lociones hasta aceites y brumas. Cada uno de ellos garantiza una excelente protección frente al sol y están desarrollados para satisfacer las necesidades de cada tipo de piel.
La protección solar es el conjunto de acciones que pueden llevarse a cabo para prevenir, paliar o reducir la acción del sol sobre la piel. Esto permite mantener una adecuada salud cutánea y prevenir enfermedades como el cáncer de piel o el envejecimiento de la misma. La protección solar incluye diferentes hábitos, entre ellos el uso de determinadas prendas y complementos (ropa opaca, gorras, sombreros, gafas de sol…), el uso de objetos como parasoles, sombrillas, toldos y pérgolas y el empleo de protectores solares cosméticos para la exposición prolongada al sol.
Los protectores solares son productos que ayudan a disminuir el impacto de los rayos ultravioletas (UV) sobre la piel. Existen dos tipos de radiación ultravioleta, los rayos UVA y los rayos UVB. Ambos causan daños en la piel y aumentan el riesgo de padecer cáncer de piel. Sin embargo, mientras la luz UVB es la principal responsable de las quemaduras causadas por la exposición al sol, los rayos UVA penetran en la piel de un modo más profundo, por lo que su recepción puede contribuir a desarrollar arrugas, pérdida de elasticidad y envejecimiento cutáneo.
Un protector solar es cualquier agente cuya aplicación sobre la piel bloquea o evita los efectos producidos por la radiación solar. Los protectores solares pueden presentarse en diferentes formatos: como cremas, geles, aceites, aerosoles y otros productos tópicos. Aunque existen muchos tipos de protectores con diferentes grados de protección, ninguno de ellos es capaz de brindar una protección absoluta ante los rayos del sol, pero sí pueden reducir en gran medida el efecto de estos sobre el cuerpo.
Denominados también pantallas totales, estos reflejan toda la radiación solar e impiden que penetre en la piel y produzca enrojecimiento o quemaduras. Son de amplio espectro, lo cual significa que retienen no solo las radiaciones solares de la zona del ultravioleta, sino también las del visible y las del infrarrojo. Estos protectores evitan tanto el eritema solar como el bronceado.
Funcionan absorbiendo la radiación solar ultravioleta, la cual es transformada y emitida nuevamente como radiación térmica inocua para la piel. Según las longitudes de onda que sea capaz de absorber el producto, pueden distinguirse entre filtros UVB, UVA y de amplio espectro. La composición química de cada protector implica diferentes factores de protección solar (FPS). Deben aplicarse por lo general 30 minutos antes de la exposición solar.
Es el formato más utilizado para protección solar, ya que brinda las mejores propiedades y se pueden encontrar muchos tipos de cremas con características adicionales y dirigidas a distintos tipos de pieles y usuarios. Se trata de emulsiones caracterizadas por tener una textura espesa y semisólida. Su absorción es más lenta, por lo que deben ser aplicadas en la piel unos 30 minutos antes de exponerse al sol. Además de proteger la piel de los rayos solares perjudiciales, las cremas son también hidratantes, por lo que, en su composición estándar, son recomendables para pieles normales y secas.
Las lociones solares se diferencian de las cremas solares por ser más ligeras y menos viscosas. Esta consistencia se debe a que contienen mayor proporción de agua. Esto hace que sean absorbidas más rápidamente por la piel sin dejar restos oleosos. La parte acuosa se evapora, lo cual brinda un efecto refrescante. Al igual que las cremas, son también productos hidratantes, aunque en este caso están indicadas para pieles normales y mixtas, y no tanto para pieles secas.
El aceite solar es uno de los formatos de protección solar más populares en la actualidad debido a su fácil aplicación (cuentan con un difusor), su ligereza y su textura líquida, ya que cuentan con una base oleosa. Además, son emolientes, es decir, impiden la evaporación del agua eliminada por la piel.
Habitualmente, brindan una menor protección que las cremas solares, por lo que son más adecuados para personas con una piel resistente y ya bronceada. No obstante, los últimos avances en la industria dermocosmética han permitido crear aceites solares que ya garantizan un factor de protección comparable al de las cremas solares. Los especialistas no aconsejan usar aceites si se tiene la piel grasa o existen problemas de acné.
Las brumas solares o brumas faciales son protectores solares en formato spray específicamente elaborados para la protección del rostro. Se emplean aplicando pulverizaciones directamente sobre la cara y sirven para protegerla del sol sin necesidad de retirar el maquillaje u otros cosméticos previamente utilizados. Es una manera muy rápida y eficaz de cuidar el cutis facial frente a los rayos UV. Además, al ser transparente y fácil de colocar, no requiere extenderlo con las manos. Las brumas faciales también presentan otros beneficios. No provocan sensación grasa ni pegajosa en el rostro, aportan hidratación y son aptas para todo tipo de pieles, incluso las sensibles.
Son productos similares a las cremas, pero son menos pegajosas. Están especialmente formuladas para la protección de la cara. Aportan una gran hidratación, además de efectos reparadores, y son aptos para pieles sensibles. Los mousse faciales proporcionan una alta protección contra los efectos de los rayos infrarrojos y la luz azul, además de la radiación ultravioleta. Además, son resistentes al agua.
Son todos aquellos productos que, por su composición y actuación, pueden utilizarse sin problemas en pieles sensibles o propensas a sufrir reacciones ante ciertas formulaciones cosméticas o ingredientes concretos. Existen toda clase de protectores, cremas y aceites adaptados a las características del usuario, desde productos para pieles blancas propensas a enrojecerse hasta productos para personas con alergia al sol, con acné o que tienen piel atópica.
Son protectores y cremas solares elaborados con fórmulas pediátricas orientadas al cuidado de la piel de los niños. Existen productos para cada etapa en diversos formatos y con diferentes características según las necesidades del niño. Debido a que la producción de melanina en niños es menor, tienen un sistema inmune menos desarrollado y una capa córnea mucho más fina, es esencial proporcionarles un cuidado y protección total frente a los efectos del sol. Los protectores solares para niños prescinden de los conservantes, perfumes y alcohol en su composición, lo cual previene la sequedad y posibles reacciones.
En el caso específico de los bebés, se hace aún más necesario aplicar cremas y productos que les protejan del sol y contribuyan a mantener su delicada piel en perfecto estado. Para los niños de entre 6 meses y 3 años, son recomendables los filtros o barreras físicas, capaces de reflejar la radiación solar sin penetrar en la piel. Además, empiezan a actuar y proteger desde el mismo momento en que se aplican y son de amplio espectro, por lo que protegen frente a todos los rayos que pueden ser perjudiciales.
Son aquellos productos que se deben aplicar antes de tomar el sol para que su efecto te proteja en el momento en que comienza la exposición. Debido a que su acción tarda en hacerse efectiva, se deben aplicar con una antelación, normalmente, de 30 minutos. Aunque hay ciertas cremas solares y productos que solo tardan 15 o 20 minutos en hacer efecto.
Los filtros físicos, los cuales no conllevan efectos químicos sobre la piel, pueden ser aplicados en el mismo momento en que se empieza a tomar el sol, ya que su efecto es inmediato. Además, hay ciertos productos faciales especializados que pueden utilizarse como complementos a las cremas estándar, por lo que su aplicación puede realizarse una vez comenzada la exposición siempre y cuando se haya aplicado previamente un protector solar genérico.
El after sun es un producto útil cuando ya se ha estado expuesto al sol. Su función es reparar la piel y reducir el enrojecimiento tras haber recibido las agresiones del sol, así como hidratarla para compensar la sequedad que el sol puede ocasionar. Por tanto, es un producto que no previene o protege la acción de la radiación solar, sino que está orientado a calmar las quemaduras provocadas por el sol y mejorar el estado de la piel tras la exposición.
Los protectores solares corporales son productos cuya principal función es que los rayos ultravioletas no penetren en la piel. De este modo, se evitan las quemaduras y se previene el cáncer de piel y otras enfermedades cutáneas. Estos protectores son los más habituales y pueden adquirirse en diferentes formatos y texturas según el uso y tus preferencias.
Son cremas, lociones o aceites específicamente creados para proteger la piel de la cara no solo de las quemaduras, sino también del fotoenvejecimiento, principal causa de aparición de arrugas, marcas de expresión y pérdida de la elasticidad cutánea. Los protectores solares faciales pueden fabricarse en distintos formatos, por lo que se pueden encontrar cremas solares faciales, lociones faciales, aceites faciales y otros tipos de cosméticos dirigidos a la protección frente al sol y el cuidado de la piel del rostro.
Son productos cosméticos que protegen al cabello contra el sol. Los protectores solares capilares ofrecen además una serie de propiedades extra, como la protección frente al viento, la sal o el cloro. Su composición contiene ingredientes que evitan la degradación de la fibra capilar, minimizan la pérdida de color y brillo y nutren e hidratan el cabello. Además, actúan como acondicionadores para facilitar el peinado.
Selecciona el idioma en lo cual te gustaría ver la página.