En pleno mes de mayo, ya es hora de poner a tono nuestra querida piel para el verano. Hoy os contamos cómo conseguir un bronceado saludable en 5 pasos. Verás que el secreto está en mimar nuestra piel y establecer rutinas saludables antes de exponernos al sol. ☀️🌴 ¡Vamos al lío!
- Alimentación. Nutrirnos correctamente es fundamental para potenciar un bronceado saludable y proteger nuestra piel. En la lista de alimentos que nos ayudarán a conseguirlo están la zanahoria, la calabaza, el tomate, las espinacas, el kiwi, los melocotones, el pomelo, el AOVE y los pescados azules. Potencia estos alimentos en tu dieta desde ya para conseguir ese tono dorado en tu piel con ingredientes sanos, equilibrado y antioxidantes, que también te ayudarán a prevenir el fotoenvejecimiento.
- Hidratación. ¡Por fuera y por dentro! La deshidratación provoca esas «escamas» que tanto odiamos en nuestra piel, así como la despigmentación. Por eso es imprescindible que combinemos la ingesta abundante de agua con la aplicación de crema o loción hidratante a diario. Estas rutinas favorecen la formación de un bronceado saludable y uniforme. ¡Lo que todxs deseamos!
- Fotoprotección. Algo tan obvio y que tantas veces descuidamos. En el caso del rostro, es fundamental proteger nuestra piel a diario todo el año, pero especialmente en verano o cuando vamos a estar expuestos durante mucho tiempo, es fundamental reaplicar esta protección solar cada 2 horas. ¡La Bruma Facial Solar SPF50+ es perfecta para ello! Y en el caso del cuerpo , más de lo mismo. Elige el formato de protector solar que más te guste y aplícalo antes de la exposición y luego reaplica cada 2 horas. ¡En Agrado encontrarás tus favoritos! Siempre aconsejamos elegir el factor de protección en función de tu fototipo, siendo el más alto el preferido de las pieles más blancas y sensibles, y el más bajo el de las más morenas.
- Controla el tiempo y momento de exposición. Es importante que esta sea coherente y gradual para conseguir un bronceado saludable y no irritar o dañar la piel. Es decir, evita las horas centrales del día, en las que los rayos UVA son más fuertes y dañinos, y comienza a tomar el sol de menos a más tiempo, para evitar quemaduras el primer día, cuando tu piel está más sensible.
- ¡Muévete! Y es que eso de tumbarnos al sol puede resultar apetecible, pero lo ideal es empezar a exponernos de una forma menos directa. La opción ideal es aprovechar para dar un paseo o hacer deporte al aire libre, y así empezar a broncear nuestra piel de forma responsable y progresiva. Además esto te ayudará a mejorar la circulación y a sentirte menos hinchada, lo que también se verá reflejado en tu piel.
Sencillo, ¿verdad? Un bronceado saludable es posible si aprendemos a conocer nuestro cuerpo y piel y les damos lo que necesitan. Recuerda que la piel tiene memoria, y si hacemos tonterías con ella y no la cuidamos, el paso de los años nos devolverá los descuidos en forma de arrugas, manchas y un tono grisaceo y apagado. ¡Sigue estos pasos y no te la juegues!