Si controlar tus rizos te resulta una odisea y no consigues nunca el resultado que quieres, quizás estás cometiendo algunos errores que no permiten que tu pelo rizado brille con todo su esplendor. Para controlar el encrespamiento y definir el rizo es fundamental mantener el cabello muy hidratado y establecer una rutina de cuidado concreta. ¡Te damos algunos consejos que te ayudarán a controlar tus rizos sin demasiado esfuerzo!
El lavado y peinado es uno de los pasos más importantes para controlar tus rizos, y puede marcar la diferencia entre un cabello bonito y definido y otro con frizz. La línea Pro Fuerza de Agrado Nature será tu mejor aliada, utiliza champú cada 3 días, acondicionador en cada lavado, y una hidratación profunda cada dos semanas con la mascarilla. Para obtener resultados óptimos, déjala actuar durante al menos 1 hora. Para el secado, cambia tu toalla habitual por una de microfibra y, en lugar de frotar, enrolla tu pelo y presiona suavemente hasta eliminar la humedad. Utiliza un peine con púas largas para desenredarlo cuando esté aún mojado, así no romperás el rizo. Sobre todo evita siempre los cepillos, ¡son el mayor enemigo de tu pelo rizado!
El momento del secado es también fundamental para controlar tus rizos. Aplica antes un sérum para protegerlo e hidratarlo con activos como el Aceite de Argán, que ayuda a nutrir, reparar y restaurar la fibra capilar. El Pro fuerza de Agrado Nature es ideal para mantener el pelo rizado perfecto. Y ahora toca encender el secador. El difusor será tu mejor amigo, te ayudará a que tus rizos cojan forma y luzcan elásticos y sin encrespamiento. Elige siempre una temperatura media para no saturarlos de calor y secarlos demasiado.
Ya ves que no es tan difícil controlar tus rizos, solo hace falta cambiar algunas rutinas y darle un poco de mimo. ¡Y tenemos un truco extra! Si quieres que tu pelo esté igual de bonito por las mañanas que recién secado, prepara un spray con agua y unas gotitas de aceite para el pelo, pulverízalo ligeramente y revitaliza tus rizos. ¡Verás qué brillo y qué bonitos están!